Célestin Freinet - Pedagogía
Célestin Freinet
La vida de Célestin Freinet, pedagógo francés, es un claro ejemplo de dicha relación entre carácter y entorno. Nació en 1896 en la región de los Alpes Marítimos, entre montañas escarpadas, barrancas, ríos, valles y antiguas aldeas del tiempo de los romanos habitada por gente principalmente dedicada al pastoreo. Él mismo creció en el seno de una familia de pastores y de ellos aprendió la necesidad de observar la naturaleza e interpretar sus signos, a valorar el saber popular, a hacer caso de la propia experiencia e intuición, así como el sentido de que lo importante y necesario para la vida no sólo se aprende en la escuela. Pero sobre todo, la comunicación estrecha con la naturaleza despertó en él un fuerte sentido de libertad.
Realizó estudios en la escuela normal de Niza y a los dieciocho años participó en la Primera Guerra Mundial, donde resultó gravemente herido. Al terminar el conflicto, luego de una larga recuperación, se incorporó a la docencia en la comunidad de Bar-sur-Loup, donde junto con Élise, su esposa, puso en marcha un proyecto educativo experimental.
Freinet formó a muchas generaciones de alumnos. Para él, cada niño y niña eran artistas, científicos, inventores o filósofos en potencia. Por lo tanto, la escuela debería cultivar sus verdaderos talentos e intereses; el profesor dejaría de ser la típica figura de autoridad para convertirse en copartícipe en la producción del conocimiento. Consideraba que la escritura de textos libres y el dibujo eran tan importantes como la enseñanza de la historia, las matemáticas y la gramática.
Freinet formó a muchas generaciones de alumnos. Para él, cada niño y niña eran artistas, científicos, inventores o filósofos en potencia. Por lo tanto, la escuela debería cultivar sus verdaderos talentos e intereses; el profesor dejaría de ser la típica figura de autoridad para convertirse en copartícipe en la producción del conocimiento. Consideraba que la escritura de textos libres y el dibujo eran tan importantes como la enseñanza de la historia, las matemáticas y la gramática.
Por muchos años Freinet militó en el Partido Comunista e incluso viajó a la URSS, donde conoció las estrategias de enseñanza del gobierno socialista. También se entrevistó con la esposa de Lenin, ministra de educación por aquel entonces. Consideraba, como muchos otros, que la educación era la principal herramienta revolucionaria para desenajenar a las mujeres y hombres explotados y encaminarlos a su emancipación. Fundó proyectos como la enseñanza al aire libre, un grupo de teatro, la organización de una cooperativa entre los estudiantes y la elaboración de un periódico escolar en el que los niños reportaban y daban su punto de vista sobre lo que sucedía en la comunidad.
Esto provocó la desaprobación de muchos adultos que, escandalizados por este tipo de pedagogía, solicitaron a las autoridades la remoción de tan subversivo profesor. A partir de ese momento, los Freinet rompieron con el sistema y se convirtieron en verdaderos rebeldes de la educación al fundar su propia escuela (al igual que hiciera John Dewey en Estados Unidos). Entre sus alumnos había hijos de obreros y desempleados, hijos de maestros y algunos chicos de familias acomodadas que confiaban en los métodos pedagógicos del matrimonio.
También escribieron libros y artículos, establecieron comunicación con maestros que compartían sus ideas y formaron un movimiento que rápidamente se extendió por Europa, en una época en la que los regímenes fascistas gobernaban buena parte de ese continente, y el pensamiento libertario era considerado un peligro. Fundó la llamada Cooperativa de Enseñanza Laica, editorial encargada de publicar material y textos pedagógicos.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Célestin participó activamente en la Resistencia. Dirigió al grupo guerrillero que combatía a los alemanes en las montañas del Briançonnais. Al terminar la guerra retomó su actividad docente y la dirección de la cooperativa, que para entonces se transformó en el Instituto de la Escuela Moderna con sede en el pueblo de Cannes, a orillas del mar Mediterráneo. Pasó el resto de su vida enfocado en la dirección del movimiento y del instituto. En 1950 fue separado del Partido Comunista, lo que a su vez provocó una ruptura entre sus seguidores. Tras su muerte, ocurrida en 1966, Élise continuó su obra.
Sus ideas tuvieron un impacto profundo en la pedagogía moderna. Su vigencia es más fuerte hoy que en la época de Freinet, cuando un gran sector de la sociedad se opuso a ellas. De acuerdo con los profesores Javier Casado y Carlos Villalba, las propuestas pedagógicas de Freinet son la base del actual sistema educativo en Finlandia, uno de los modelos más exitosos del mundo gracias a su filosofía basada en el autoaprendizaje continuo y la educación vista como un placer y no una imposición.
Estos autores señalan que, en el mundo actual, revolucionado por el internet y las nuevas tecnologías de comunicación, la transformación profunda de la educación con la que soñaba Freinet está ocurriendo gracias a la facilidad y libertad que hoy existe para publicar, a la generación natural de redes de conocimiento, y a la capacidad de compartir información (texto, sonidos e imágenes) de manera inmediata y a gran escala con tan solo un smartphone. Gracias también a la posibilidad que cada uno tiene de aprender lo que realmente le interesa y a su propio ritmo gracias a los blogs y tutoriales que circulan libremente por la red de redes.
Para más ejemplos da click en el siguiente video:
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